Ya
sé que solo soy un vagabundo,
no
un simple corredor de calles,
no deseo una mujer que me guarde,
sino una amiga que me ayude,
que me dé alas sin obligarme.
no deseo una mujer que me guarde,
sino una amiga que me ayude,
que me dé alas sin obligarme.
Y tan simple como son mis sueños,
la gente aún desean que la alaben,
por estar casados y porque para ellos
una seguridad inseparable.
Ya sé que solo soy un vagabundo,
algo más que un viajero adorable,
y me hiere el silencio confuso
de ese alguien que no me hable,
ese alguien que me comprenda,
que sea un verdadero amigo,
por las desgracias de mi fortuna
y de que tanto furor me amargue.
Nunca recibí cartas de mi ángel grande,
ella solo va buscando cunas
y ya no me comprende,
la familia la hizo sorda y muda
y por eso sigo estando
donde no comprendo a nadie.
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